Cómo ser un buen psicólogo

La psicología es una disciplina apasionante: te permite conocer cómo funciona la mente, comprender el comportamiento humano, los patrones de conducta y tiene un propósito de servicio al ayudar a las personas a mejorar su bienestar, darles herramientas y recursos para gestionar sus emociones, integrar sus experiencia dolorosas y aumentar su calidad de vida. Porque una buena salud mental es, tal vez, la base sobre la que construir tu vida. 

Si ya has estudiado el grado en psicología o estás interesado en estudiarlo en el futuro, es natural que tengas interés en cómo ser un buen psicólogo. Si bien, al principio, decíamos que es una profesión apasionante, también conlleva una gran responsabilidad y numerosos desafíos. En consulta, los terapeutas tienen que enfrentarse, en ocasiones, a situaciones y experiencias vitales de sus pacientes difíciles y dolorosas. Por eso, vamos a contarte qué habilidades y cualidades son imprescindibles, necesarias e importantes para ser un buen psicólogo. 

Habilidades de un psicólogo

• Ética profesional. Esta es una de las características más fundamentales para ser un buen psicólogo: ser ético profesionalmente es mantener la privacidad de los pacientes y sus historias. Esto significa que lo que la persona te cuente en la consulta es de carácter confidencial y que no lo compartirás fuera de la misma para que tu paciente se sienta seguro y respaldado. Es importante recordar que uno de los motivos por los que, en muchas ocasiones, las personas recurren a los psicólogos es para poder expresar lo que sienten, contar sus historias en un ambiente de confianza y privacidad sin sufrir riesgos o peligros. 
• Estar al día de los nuevos avances en el ámbito de la psicología y la ciencia. Si ya has estudiado el grado de psicología o tienes interés en hacerlo es importante que estés constantemente actualizando tus conocimientos como psicólogo. Que estés al día de los nuevos avances en el ámbito de la salud mental, la psicología y la ciencia en general. De esta manera, podrás dar una atención de mayor calidad y proporcionar más y mejores herramientas a tus pacientes. 
• Comprensión de los entornos sociales. Es imprescindible porque los entornos sociales, socioeconómicos y familiares influyen en el comportamiento humano y te ayudarán a comprender el porqué de ciertas conductas o patrones de tus pacientes. Por ejemplo, una persona que haya sido víctima de maltrato en su infancia y esto haya ocasionado un trauma te dará pistas de cómo abordar y enfocar la terapia y el tratamiento. 
• Límites en el vínculo con el paciente. Esta habilidad está íntimamente relacionada con la primera, la ética profesional: el vínculo psicólogo paciente requiere de tener unos límites claros. Es decir: tu paciente no es tu amigo, ni viceversa. Eres el profesional que le acompaña y le da herramientas para gestionar sus emociones y el proceso que transite, pero es un vínculo profesional, no romántico o de amistad. 
• Gestión de tus emociones.  Esto puede parecer  un gran desafío, ya que no hay que olvidar que los psicólogos también son seres humanos que sienten, les suceden cosas en su vida personal, y que no son impasibles ante el dolor de sus pacientes. Pero, si bien es un reto, también es una habilidad muy importante para poder ejercer bien tu profesión como psicólogo: saber gestionar tus propias emociones, bien las que deriven de situaciones tuyas personales, como las que proceden de las historias de los pacientes que acuden a tu consulta. 
• Comunicación. Una habilidad fundamental es la saber comunicar al paciente el diagnóstico de una forma sencilla, comprensible y amable. Por otra parte, es importante que tengas la suficiente adaptabilidad para ajustar lo que necesitas decir en función de la situación, características y nivel educacional de tu paciente para asegurarte de que comprende lo que le estás explicando.

Cualidades de un psicólogo

• Empatía y sensibilidad. Dos habilidades imprescindibles a la hora de ejercer la psicología. Habrá pacientes con situaciones difíciles y dolorosas: la muerte de un ser querido, una ruptura de pareja complicada, traumas de la infancia, víctimas de maltrato, entre otras. La empatía y sensibilidad son fundamentales para poder crear un espacio seguro, en el que el paciente pueda sentir que tiene confianza para expresar sus miedos, sus heridas y su sufrimiento. Gracias a estas dos habilidades podrás conectar con tus pacientes y sus historias. 
• Capacidad de escucha. Las personas acuden a un psicólogo para tener un espacio en el que expresarse, ser escuchados y atendidos. Sentir que sus historias, sus sentimientos y emociones importan. Por eso, la capacidad de un psicólogo de escuchar a sus pacientes es, sin duda, una de las habilidades imprescindibles para poder conectar con ellos y ayudarles en sus procesos.
• Paciencia y tolerancia a la frustración. Los procesos terapéuticos, a menudo, son a largo plazo: requieren de un periodo de tiempo y tienen una serie de etapas. Habrá ocasiones en las que tendrás que enfrentarte a casos más desafiantes, bien porque la situación del paciente es extrema, o la exposición frente al sufrimiento ha sido tan larga que requerirá de un proceso más largo. Además, es importante que tengas en cuenta que no son siempre lineales o ascendentes: durante el recorrido, pueden surgir nuevas experiencias que compliquen el proceso de terapia, haya recaídas o aspectos que al paciente le cueste más superar. Por eso, la paciencia y la tolerancia a la frustración son dos habilidades que ayudarán al paciente, pero también a ti a la hora de ejercer tu profesión como psicólogo. 
• Apertura y flexibilidad mental. Esta es, desde luego, una cualidad fundamental. Es posible que en consulta te encuentres con pacientes que te cuenten situaciones, acciones o decisiones que choquen contra tus valores personales. En casos así, como psicólogo es cuando debes poner en práctica esta apertura y flexibilidad mental: ir a la raíz del porqué de esa conducta, acción o decisión de tu paciente. Emplear tu capacidad de análisis, de investigación e introspección para comprender de dónde procede y cómo se ha originado.

5 tips para ser un buen psicólogo

Ejercer psicología, como explicamos al principio, tiene una parte muy positiva, pero también desafiante. Es una profesión que conlleva una gran responsabilidad al acompañar a personas en procesos terapéuticos y etapas vitales de suma importancia. Por eso, vamos a compartir contigo cinco tips para ser un buen psicólogo y ayudar a tus pacientes lo mejor posible durante su proceso. 

Tip 1: Intentar no juzgar, ni criticar a tus pacientes

Los psicólogos son seres humanos, además de profesionales, y por lo tanto tienen sus valores, sus opiniones, emociones y propia historia. Pero la objetividad es fundamental a la hora de ejercer la psicología. Esto está muy relacionado con la última cualidad que te mencionamos, la que tiene que ver con la flexibilidad y la apertura mental. No juzgar no se trata de que siempre estés de acuerdo o compartas los valores de las personas que acuden a tu consulta, sino de tener la objetividad suficiente de saber diferenciar.  En este sentido, también es importante intentar no juzgar para que el paciente no se sienta rechazado, invalidado o interprete que la terapia, en vez de ser un espacio seguro y de confianza, se ha convertido en un juicio de sus conductas. 

Tip 2: Reconocer cuándo es necesario delegar y derivar a tus pacientes

Al igual que los pacientes, en ocasiones, necesitan probar distintos enfoques terapéuticos o cambiar de psicólogo, esto también es importante si eres tú quien ejerce esta profesión. Es fundamental que seas sincero, tanto contigo mismo, como con tu paciente. Quizá, te des cuenta que la situación de la persona requiere de un enfoque o corriente terapéutica diferente a la que tú puedes ofrecerle y en la que te has formado al darte cuenta de que es conveniente otro tipo de la misma. En otras ocasiones, es necesario derivar a tu paciente a otros profesionales para que haya un enfoque más multidisciplinar. En este sentido, tal vez se requiera de otros profesionales del ámbito de la salud mental, como psiquiatras, neurólogos o, incluso, otros perfiles, como pueden ser nutricionistas, profesionales del yoga o la meditación que ayuden a complementar el proceso, enriquecerlo y que haya un equipo multidisciplinar para paliar la sintomatología. 

Tip 3: Acudir tú también a terapia 

Esto es importante por dos motivos: primero porque, aunque seas profesional de la psicología, no estás exento de tener que afrontar problemas y situaciones adversas en tu vida personal. Cuidar de tu propia salud mental, además de ser positivo para tu vida, también lo será de cara a tu profesión y tu atención hacia tus pacientes. De esta forma, al gestionar tus emociones y situaciones, evitarás que éstas impacten cuando estés en consulta con tus pacientes. En segundo lugar, como dijimos anteriormente, la psicología es una profesión que es desafiante: no es fácil escuchar a diario situaciones de pacientes que, a menudo, son dolorosas y difíciles. Acudir a terapia te permitirá, también, que las historias de las personas que escuchas en consulta no las hagas tuyas y poder mantener distancia emocional, ya que no olvidemos que la relación con un paciente es un vínculo profesional, no de amistad. 

Tip 4: Capacidad de resolución 

Las personas acuden a terapia, en muchas ocasiones, porque no ven salida a sus problemas. Se encuentran bloqueados, confusos y perdidos. Por eso, uno de los tips fundamentales para ser un buen psicólogo es ser resolutivo: ser capaz de ofrecer herramientas, recursos y posibilidades a tus pacientes para que ganen claridad y solucionen el conflicto o situación, y no se queden estancados en ellos. 

Tip 5:  Generar confianza

Uno de los motivos por los que las personas acuden a terapia es para contar emociones, experiencias o historias que no han contado a nadie, bien porque no tienen el entorno adecuado que les haga sentir seguras o porque no se atreven a expresarlo. Por eso, es imprescindible que seas capaz de que tu paciente sienta confianza en el vínculo contigo como terapeuta: que sienta que es un espacio en el que puede hablar abiertamente, sin prejuicios, ni miedo a ser criticado. 

Estudia el Grado en Psicología en UNIE

El Grado en Psicología en UNIE te forma en varias de las vertientes más demandadas de la profesión en el sector actual.  Además, la inclusión de la mención en Psicología de la Salud te permitirá, si así lo deseas, acceder al Máster Universitario en Psicología General Sanitaria y también a la formación necesaria para ejercer como Especialista en Psicología Clínica. Por otra parte, este grado tiene un enfoque innovador: te permitirá formarte en el uso de nuevas tecnologías en las terapias psicológicas y violencia de género. 

La psicología está experimentando un aumento en la demanda laboral, lo que hace que estudiar este grado aumente tu empleabilidad, una de los principales objetivos de UNIE. Además, el grado cuenta con prácticas externas para que puedas desarrollar toda la teoría aprendida durante el mismo y saber cómo funciona la psicología en el mundo real.

En él, tendrás un gran abanico de asignaturas, lo que te va a permitir, después, tener un amplio conocimiento en distintas áreas y poder, así, elegir en qué área te quieres especializar. El plan de estudios tiene asignaturas como: 

• Bases biológicas del comportamiento. 
• Personalidad y diferencias individuales. 
• Estadística. 
• Antropología. 
• Sociología. 
• Psicología de la motivación y emoción. 
• Psicología del pensamiento. 
• Evaluación psicológica.
• Psicología jurídica y de peritaje psicológico. 
• Intervención psicológica en la infancia y adolescencia. 

Además, el Grado en Psicología en UNIE, tiene un elemento diferenciador, las menciones que ofrece esta titulación: Mención en Psicología de la Salud, Mención en Intervención Psicosocial y Mención en Evaluación e Intervención Psicológicas. 

Si quieres más información sobre el grado en psicología y conocer con más detalle el plan de estudios, nuestros asesores te responderán a lo que necesitas y te orientarán durante el proceso.