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¿Qué es la seguridad pasiva en informática?

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Cuando enfermamos, lo normal es que tomemos medicamentos para aliviar los síntomas y, en algunos casos, vacunarnos para prevenir futuras infecciones. Las vacunas preparan nuestro sistema inmunológico para que, si nos enfrentamos de nuevo al virus, nuestro cuerpo lo pueda combatir mejor. Este proceso es similar a lo que sucede con la seguridad pasiva en informática.

Este concepto se puede relacionar con la seguridad pasiva en informática. Así como las vacunas no impiden que el virus entre al cuerpo pero ayudan a que la enfermedad sea menos grave o más controlada, las medidas de seguridad pasiva en informática no evitan que ocurra un ataque, pero ayudan a minimizar los daños una vez que el sistema ya ha sido comprometido.

 

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Diferencias entre seguridad activa y pasiva

Comparación entre medidas activas y pasivas

La seguridad activa se enfoca en prevenir y detectar ataques antes de que ocurran. Estas medidas son proactivas, diseñadas para identificar amenazas y evitar que se conviertan en problemas graves. Ejemplos típicos incluyen el uso de antivirus, firewalls, y cifrado de datos, que funcionan bloqueando accesos no autorizados o controlando el tráfico de red.

Por otro lado, la seguridad pasiva entra en juego cuando ya ha ocurrido un ataque o incidente. Es un enfoque reactivo, destinado a minimizar los daños y restaurar los sistemas afectados lo más rápido posible. Medidas como las copias de seguridad (backups) y sistemas de detección de intrusos (IDS) son fundamentales aquí. Estos mecanismos no previenen el ataque, pero permiten que el sistema vuelva a la normalidad de manera efectiva y rápida.

Para que lo entiendas: la seguridad activa trata de evitar que los problemas sucedan, mientras que la seguridad pasiva se asegura de que, si algo sale mal, el impacto sea mínimo. Un ejemplo sencillo sería el uso de un firewall como medida activa para bloquear accesos no autorizados y, en caso de que un virus lo supere, tener una copia de seguridad lista como medida pasiva para recuperar los datos​.

Principales medidas de seguridad pasiva

Firewalls y su función en la protección pasiva

Los firewalls actúan como una primera línea de defensa, controlando el tráfico que entra y sale de una red. Aunque son más conocidos como una medida activa, también juegan un papel clave en la seguridad pasiva. Un firewall bien configurado puede ayudar a mitigar el impacto de un ataque limitando el acceso a partes críticas del sistema y bloqueando conexiones sospechosas una vez detectadas.

Sistemas de detección de intrusos (IDS)

Los Sistemas de Detección de Intrusos (IDS) son herramientas diseñadas para identificar actividades inusuales o no autorizadas en una red. A diferencia de un firewall, que se encarga de bloquear amenazas entrantes, los IDS monitorizan el tráfico interno para identificar comportamientos sospechosos una vez que los atacantes han superado las barreras iniciales.

Copias de seguridad y su relevancia

Tener copias de seguridad actualizadas es una de las medidas pasivas más importantes. En caso de un ataque que comprometa la integridad de los datos, como el ransomware, una copia de seguridad reciente permite restaurar el sistema y minimizar la pérdida de información.

Políticas de contraseñas robustas

El uso de contraseñas robustas es una medida sencilla pero eficaz para proteger sistemas de accesos no autorizados. Aunque a veces se considera una medida activa, es también parte de la seguridad pasiva cuando se implementan políticas que obligan a cambiar las contraseñas de forma periódica y a usar combinaciones complejas de caracteres. Esto garantiza que, en caso de un ataque, sea más difícil para los intrusos acceder a recursos críticos.

Ventajas de implementar una seguridad pasiva

Reducción del riesgo de ataques cibernéticos

Aunque la seguridad pasiva no evita que ocurran ataques, sí minimiza los efectos cuando estos se producen. Medidas como las copias de seguridad o el uso de sistemas de detección de intrusos (IDS) aseguran que, en caso de que un atacante logre acceder a la red, el daño se reduzca y sea posible recuperar la normalidad sin grandes pérdidas de información​.

Protección continua sin intervención constante

Una de las principales ventajas de la seguridad pasiva es que funciona en segundo plano, sin requerir intervención constante. Una vez que las medidas, como los firewalls o las copias de seguridad automáticas, están implementadas correctamente, protegen los sistemas de manera continua, lo que permite a las empresas concentrarse en su actividad diaria sin preocuparse por la supervisión constante​.

Complemento esencial a la seguridad activa

La seguridad pasiva no reemplaza a la activa, sino que la complementa. Mientras que las medidas activas se centran en prevenir ataques, las pasivas se encargan de limitar el impacto cuando los sistemas de defensa iniciales fallan. Juntas, ofrecen una protección más completa, cubriendo tanto la prevención como la mitigación de daños​.

Cómo integrar la seguridad pasiva en tu estrategia informática

Evaluación inicial de riesgos y vulnerabilidades

El primer paso para integrar la seguridad pasiva en tu estrategia informática es realizar una evaluación inicial de riesgos y vulnerabilidades. Esto implica identificar cuáles son los puntos débiles de tu infraestructura tecnológica y qué tipo de amenazas podrías enfrentar. Puedes llevar a cabo auditorías internas o contratar expertos en ciberseguridad para que realicen un análisis detallado. El objetivo es tener una visión clara de los posibles escenarios de ataque y cómo podrían afectar a tu organización.

Selección e implementación de herramientas adecuadas

Una vez que has identificado los riesgos, es crucial seleccionar las herramientas adecuadas para mitigar los daños en caso de un ataque. Esto puede incluir la implementación de firewalls, sistemas de detección de intrusos (IDS) y copias de seguridad automáticas. Es importante elegir herramientas que se adapten al tamaño de tu empresa y al nivel de protección que necesitas. Por ejemplo, si tu empresa tiene muchas sucursales, una solución en la nube puede facilitar la gestión centralizada de las copias de seguridad.

Pero todo esto, de nada sirve sin una buena formación y concienciación del personal sobre la seguridad informática, tanto activa como pasiva. No importa cuántas herramientas tecnológicas implementes; si los empleados no están bien capacitados, es probable que los errores humanos pongan en riesgo los sistemas. Por ejemplo, algo tan simple como hacer clic en un enlace de phishing puede comprometer toda una red. Por eso, invertir en cursos de ciberseguridad para todo el equipo es una de las mejores formas de minimizar este tipo de riesgos.

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