Cómo hacer una infografía de calidad para mis trabajos universitarios

“El contenido visual recibe un 94% más de visitas que las webs de solo texto” - estudio de Jeff  Bullas.

Seguro que has comprobado lo complicado que es prestar atención durante un prolongado período de tiempo. La prueba de fuego está en preguntarte cuántas veces coges el teléfono mientras ves Netflix. 

La rapidez de consumo de información que se mueve en nuestros días hace que la digestión de la misma sea extremadamente breve. Para que te hagas una idea del modelo solo tienes que pensar en plataformas como TikTok o los Reels de Instagram: vídeos cortos, música y, en definitiva, muchos estímulos. Pese a que pueda parecer una forma contraproducente de mantener enganchada a tu audiencia, es todo lo contrario. Muchos estudios, como el de la empresa INC., asegura que “el 65% de las personas aprendemos de forma visual”. 

Por seguir dentro del ámbito de los estudios, debemos entender que nuestro cerebro procesa la información de forma sencilla y más rápido cuando se trata de elementos visuales que de textos. “El cerebro humano puede procesar imágenes enteras que el ojo ve durante tan sólo 13 milésimas de segundo”, explican en la publicación Attention, Perception and Psychophysics. 

Si te detienes a pensar, te darás cuenta que nuestros antepasados también se comunicaban de forma visual a través de dibujos en las paredes de las cuevas. Buena prueba de ello son las cuevas de Altamira. ¿Por qué lo visual nos ataña en nuestro contexto universitario? Debemos aprender a realizar infografías útiles, fáciles de entender y que aporten información de un simple vistazo. Apoyarte en las infografías para tus trabajos de la universidad no solo mejorará tu presentación, sino que hará que marques la diferencia. ¿Sabes por dónde arrancar? ¿No? Te enseñamos.

¿Qué es una infografía? Mucho contenido en muy poco continente

Por ponernos técnicos, una infografía es un gráfico que permite resumir una gran cantidad de información en un espacio reducido, haciendo que lo más importante destaque sobre el resto. Su mayor virtud es la posibilidad de ser creativo, ya que permite ofrecer a tu público objetivo un producto suculento cuanta mayor sea la creatividad puesta en el trabajo. Es algo tan incrustado en nuestra vida diaria que no somos conscientes de la cantidad de infografías que consultamos a lo largo del día. ¿Coges el metro? Consultas una infografía: el mapa. Cuando lavas la ropa: la etiqueta de la prenda contiene unos símbolos que te ayudan a entender qué tipo de cuidados debes prestar.

En definitiva, es una herramienta muy útil que te permite transmitir la información y datos complejos de manera más sencilla. El Storytelling es la base fundamental de estos trabajos: en lugar de ofrecer un texto con una cantidad extensa de datos, entregas un recurso visual mucho más sencillo de entender y, sobre todo, de recordar. En cualquier caso, estos recursos son fundamentales para la enseñanza si te planteas estudiar un Grado relacionado con Educación o para, por ejemplo, la Psicología. De hecho, no deberías perder de vista este modelo de creación de contenidos, porque de cara a la universidad podría resultar muy útil.

10 consejos para hacer una infografía de calidad

Ahora que tenemos clara cuál es la funcionalidad y la utilidad de las infografías, queremos ofrecerte algunos tips para que te sea más sencillo realizarlas. Quizás te agobie pensar que debes incluir una cantidad elevada de información en un espacio reducido, pero calma, todo es cuestión de analizar bien el material que tenemos y seguir un orden para que el resultado salga perfecto.

• Investiga previamente. Antes de arrancar, asegúrate de haber realizado un buen trabajo de campo. Empápate del tema que vas a tratar, elige cuidadosamente todas las fuentes que vas a utilizar, cerciórate de que las fuentes son las correctas y están documentadas.
• Selección exhaustiva de la información. Como te hemos indicado, no des por válida la primera información que tengas a mano. Un buen criterio te ayudará a que la infografía sea de gran valor. Recurre a fuentes confiables como enciclopedias o revistas especializadas del tema que estés estudiando.
• Diseña una historia. Tu infografía debería ser lo más parecida a un cuento. Busca personajes o elementos claves alrededor de los que construir una historia y de los que contar toda la información.
• Elige cuidadosamente los elementos. No es necesario que incluyas todos y cada uno de los detalles que encuentres. Dota a tu imagen de elementos importantes y que tengan relevancia dentro de lo que estás contando. Evita los detalles superfluos o los que no aportan, sino entorpecerán el objetivo final de comunicar.
• Maqueta a tu gusto. Tu infografía puede tener mil formas, colores y tipografías. Escoge los elementos que creas que mejor casen con el tema y que más te gusten. Eso sí, ten en cuenta que cada parte forma parte del todo, así que dedica tiempo a que los tamaños de las letras, imágenes y demás elementos convivan en armonía.
• Apóyate en los programas de edición. En el siguiente apartado te daremos alguna información sobre los principales programas que puedes usar para crear la infografía.
• Cita todas las fuentes utilizadas. Como en cualquier trabajo de la universidad, es obligatorio citar las fuentes, lo cual dotará a tu documento de mayor calidad. Recuerda: sé exacto, riguroso y cuidadoso.
• Inspírate en otros ejemplos. Cualquier fuente de inspiración te vendrá bien para saber cómo arrancar. Nosotros, por ejemplo, te recomendamos que eches un vistazo a la web de Pictoline. 
• Sé original. Es difícil ser original con la cantidad de información que existe, pero inténtalo. Busca el detalle, la historia o el elemento en el que nadie se fija. Da una vuelta a lo que siempre se cuenta.
• Comparte la infografía. Si estás orgulloso del resultado, ¡compártela! Las redes sociales son un buen medio de promoción, pero si estás convencido de tu buen hacer, prueba a enviarla a alguna revista.

Herramientas que te ayudarán a diseñar tu infografía

Una vez hayamos recopilado todos los elementos que deseamos incluir en nuestra infografía, debemos buscar la mejor forma de plasmar nuestras ideas. Existen miles de programas para ello, pero nosotros te dejamos una selección de los que consideramos más adecuados:

• Canva. La herramienta más conocida y utilizada de todas. Te permite realizar de forma sencilla los diseños y editar cualquier plantilla que esté dentro de la web.  
• Piktochart. Quizás sea menos conocida que la anterior, pero es una de las más completas que encontrarás. Cuenta con diseños modificables a tu gusto y encontrarás una gran variedad de ejemplos para que puedas inspirarte. 
• BeFunky. Esta aplicación está más enfocada para diseños que se publicarán en móviles, pero tranquilo, también puedes editar tus plantillas para poder incluirlas en tus trabajos universitarios. Su mayor ventaja es que categoriza todos los elementos: viajes, comida, tecnología, etc. ¿Su inconveniente? Su versión gratuita es bastante limitada.
• Adobe Express. Es una herramienta de Adobe y gratuita. Encontrarás miles de plantillas, fotos de stock e incluso funciones extra que dotarán a tu infografía de un mayor atractivo visual.
• Google Publica Data. Aunque es más numérico que el resto, te ayudará a encontrar cualquier dato público de interés que esté en la web. Realiza automáticamente el gráfico para que puedas incluirlo en la infografía.

Como has podido comprobar, vivimos rodeados de infografías porque nos facilitan el aprendizaje. Somos capaces de recordar mejor un dibujo que un texto, por eso debemos incluirlas, siempre que podamos, en nuestros trabajos para la universidad. Si, además, conseguimos que lo que contamos sea poco habitual, bien diseñado y con información atractiva, habremos logrado todos los objetivos de una buena infografía.