hero-blog
Bit Content | Bien Acompañado

Finanzas personales para estudiantes: Cómo administrar tu presupuesto durante la universidad

UNIE Universidad
Finanzas personales para estudiantes

Cuando pensamos en la etapa universitaria solemos hablar de la elección de carrera, de las materias, los exámenes, los profesores y nuestras expectativas laborales de futuro. Pero fuera de la propia carrera, fuera de las aulas, hay mil factores que influyen en que esta etapa sea provechosa para nuestra vida. Y es que la universidad es un largo periodo de desarrollo en nuestra vida, por lo que una buena planificación de la cotidianidad hará que las cosas rueden mejor como, por ejemplo, cuidar nuestras finanzas

 

La importancia de la administración financiera en la etapa universitaria

Los títulos de grado abarcan, de entrada, cuatro años académicos. Son cuatro años en los que el universitario y sus familiares tienen que organizar las finanzas y la vida rutinaria del alumno. Para muchos, es la primera vez que emprenden camino fuera de casa, a menudo lejos de su ciudad; otros, se mantienen en el hogar familiar, pero comienzan a gestionar sus gastos o a complementar las ayudas de los padres con trabajos ocasionales. 

Administrar bien mis finanzas en la etapa universitaria tiene un doble efecto beneficioso: por una parte, reduce los gastos superfluos y mantiene el equilibrio de nuestra “hucha”, y por otro, nos ayuda a adquirir buenos hábitos en la gestión de los gastos personales que nos serán muy útiles en el futuro.  

 

Tu dinero, tu control: entendiendo el presupuesto

Un presupuesto es el conjunto de los gastos e ingresos previstos para un determinado período de tiempo. Hasta la etapa universitaria es habitual que sean los padres quienes se encarguen de tan farragosa cuestión, pero ya es hora de dar un paso y aprender a gestionar, controlar y gastar de manera sensata nuestro dinero.

Para que un presupuesto sea exitoso, primero hay que entender los elementos que lo integran y, en función de ello, jugar con los márgenes. 

  1. Ingresos: ¿De dónde viene el dinero? Puede ser una asignación mensual de los padres o un modelo híbrido de ayuda familiar e ingresos propios del universitario. Lo importante es saber cuánto ingresaremos al mes y la fiabilidad de la cifra que fijemos.
  2. Gastos: Este apartado incluye cualquier inversión, generalmente mensual, que afectará a nuestro presupuesto: alquiler, comida, material, etc. Pero los gastos ordinarios son solo una parte, ya que existen muchos gastos extraordinarios u ocasionales que, sumados, suponen un importante problema para nuestras finanzas. 
  3. Ahorro: Este concepto es el resultado mensual del balance entre ingresos y gastos. En muchos casos, la meta del universitario es mantener la cuenta a 0 a final de mes. Es decir, no ahorrar, pero tampoco perder dinero, en cuyo caso nos obligamos a reajustar el presupuesto.

 

Cómo la planificación financiera afecta tu vida en la universidad

A lo mejor piensas que todo esto suena demasiado adulto, pero es que precisamente se trata de eso: de que el universitario entienda que esta nueva etapa supone su entrada en la adultez y la adquisición de responsabilidades para con su familia y consigo mismo. Unas finanzas personales saneadas y un buen control del gasto demuestran que puedes valerte por tu cuenta.

Beneficios de una buena planificación:

  • Responsabilidad individual.
  • Sensación de autonomía.
  • Compromiso con la fuente de ingresos, ya sean los padres o uno mismo.
  • Margen de reacción ante imprevistos.
  • Confianza para futuras gestiones personales.

Perjuicios de unas malas finanzas:

  • Desconfianza con la fuente de ingresos.
  • Endeudamiento mensual.
  • Nulo margen ante gastos imprevistos.
  • Peor autoestima y clima de trabajo.
  • Necesidad de buscar otras fuentes de ingresos.

 

Estrategias prácticas para manejar tus finanzas en UNIE  

En UNIE sabemos que los alumnos que no tienen que pensar más de lo necesario en sus ingresos, porque aunque sean muy importantes, a veces pueden afectar a su concentración y su rutina. Por eso queremos echarte una mano con algunos tips.  

 

Herramientas útiles y aplicaciones que te ayudarán:

Lo primero que habría que decir es que no dejes nada a la improvisación. Un presupuesto en condiciones no se hace “a ojo” ni “se va viendo”. Aunque solo sea con boli y papel, es necesario anotar los gastos e ir descontándolos del presupuesto mensual. Es la fórmula más básica, pero a partir de ahí existen miles de herramientas más o menos complejas, desde el clásico cuadro Excel a numerosas aplicaciones que leen los gastos y los escalan. 

Las ventajas de las aplicaciones para móvil es que, en muchos casos, filtran los gastos por conceptos, lo que te permite saber en qué se te va el dinero. No obstante, la mayoría necesitan vincularse con tu cuenta bancaria, por lo que no tendrán en cuenta gastos que no sean con tarjeta de crédito. Estas son algunas de esas aplicaciones:

  • Fintonic
  • Goodbudget
  • Monefy
  • Openbudget

 

Creando y manteniendo un presupuesto realista:

Si ya tienes algún modelo de presupuesto, a mano, digital o como sea, ten en cuenta que existen numerosos conceptos en los que vamos gastando nuestros ingresos. Quizás al principio no seas capaz de detectar los “gastos hormiga” (esos pequeñitos), o te parezca que tus expectativas no eran realistas. En ese caso, habrá que ir reajustando y afinando cada vez más para alcanzar el objetivo, que puede ser acabar el mes con 0 euros o con el ahorro que te hayas fijado.

Para facilitarte el trabajo, te dejamos una lista de los gastos comunes mensuales que suelen tener los universitarios. Añade a ellos, los ocasionales que se produzcan en tu caso. 

  • Vivienda
  • Servicios básicos: Luz, agua, gas, internet…
  • Transporte
  • Comida
  • Telefonía
  • Ropa
  • Material de estudio
  • Suscripciones: plataformas de streaming, gimnasio, etc.

 

Evitando trampas comunes: lo que no debes hacer 

Ante todo, no te engañes a ti mismo ni engañes a los demás. Si un presupuesto no es realista, háblalo, busca soluciones. Pero eso solo en el caso de que no lo sea de verdad, no por capricho. En el control de gastos personales hay que ser sincero para entender qué podemos o no comprar, en qué debemos aplicar el dinero. 

 

Errores frecuentes y cómo evitarlos:

La importancia de un buen presupuesto radica en dejarlo pulido al máximo antes de empezar a gastar. Si un presupuesto es absolutamente fantasioso o no incluye gastos que luego van a producirse o falla en el apartado de ingresos, todo va a ir mal desde el principio. Un error muy frecuente es esbozar un plan a la ligera y entender desde el primer mes que nos hemos equivocado por completo en las estimaciones. Otras cuestiones que hay que evitar es contar con ingresos que realmente no son fiables: presupuestar nuestra vida con base en ingresos posibles es un gran riesgo.  

 

La importancia de la responsabilidad y la disciplina:

Ahora bien, si el presupuesto es realista y todo está en su sitio, pero los gastos se disparan, está claro que nos hemos saltado nuestras propias reglas. Esto suele suceder con los gastos inesperados -ocio, particularmente-. En este punto entra en juego la responsabilidad del universitario para reconducir la situación. Es importante que dejes algún margen de gastos extra en tu presupuesto para ver si es viable contar con ellos mes a mes, pero si te saltas también esa previsión, ya solo puedes tirar de disciplina. Así, el mes que viene todo irá mejor y podrás darte ese capricho.  

 

Hábitos financieros saludables para tu futuro 

Ya hemos dicho que la etapa universitaria es un reto de iniciación en la adultez. Y eso es también cierto en el caso de la gestión de los hábitos de consumo y la salud de nuestra cartera personal. De hecho, cuanto mejor te vaya en este sentido, mejores bases estarás plantando para tu futuro, para cuando empieces a trabajar y cuentes con ingresos propios y no dependas en absoluto de tus padres. 

Estos son los hábitos saludables que adquirirás su tienes una buena rutina financiera en la universidad.

  1. Sentido del ahorro
  2. Responsabilidad
  3. Disciplina en el gasto
  4. Conciencia de las propias necesidades
  5. Facilidad para detectar gastos superfluos
  6. Criterio para elegir en qué invertir el dinero
  7. Capacidad de generar confianza en tu entorno
  8. Alto grado de autonomía

 

Cómo UNIE te apoya en tu crecimiento financiero 

Desde UNIE estamos comprometidos con tus finanzas personales y ponemos a tu disposición un paquete de ayudas y becas que pueden servirte para afrontar con más garantías tu etapa universitaria.

Entre las ayudas, destaca el programa Fomentos de estudios de formación profesional, grado universitario y máster para residentes en Tres Cantos, localidad en la que se ubica el campus de UNIE. Esta cobertura supone un descuento del 40 y el 50% de la tarifa para un número limitado de plazas. Además, existen bonificaciones para estudiantes extranjeros, procedentes de Ecuador, Marruecos y Colombia.

Finalmente, UNIE te asesora en la consecución de becas públicas tanto del Ministerio de Educación, como de la Comunidad de Madrid.

Logo UNIE 3
UNIE Universidad