Requisitos para ser abogado en España

Ejercer la abogacía en un contexto tan cambiante como el actual es una cuestión para nada baladí. Por ejemplo, ¿sabías que España ha adaptado la ley europea por la que Apple deberá tener el tipo de cable USB-C de forma universal? Esta es una noticia que afecta a muchos sectores y empresas distintas, pero para poder saber los límites y sus distintos casos y aplicaciones, es importante conocer la legislación al completo. 

Es preciso formarte, aprender, cultivar tu mente y estar preparado para cualquier posible cambio, porque como ya habrás visto, hay cambios impredecibles que se publicarán de inmediato y afectarán a las empresas a distintos niveles. Ahora bien, si en algún momento te lo has planteado, ¿sabes exactamente qué se debe estudiar? ¿Existe formación superior una vez acabado el grado? ¿Qué requisitos esenciales necesito?

¿Qué hay que estudiar para ser abogado?

Un abogado es una persona que tiene pleno conocimiento de las leyes, es capaz de aplicarlas e informar de su cumplimiento y obligaciones. Podrás terminar convirtiéndote en abogado o incluso en asesor jurídico. Recuerda que no solo estudias para trabajar en el sector privado, ya que en el público a través de una oposición podrás acceder a ciertos puestos igual de interesantes. Ya te hemos enumerado las distintas ramas del derecho: judicial, penal, civil… Pero, ¿cuáles son los pasos previos para poder terminar de ejercer la profesión? Todo tiene un principio y lo primero que deberás estudiar para arrancar tu carrera como jurista será un grado.

Grado Universitario en Derecho

La base fundamental en la formación de cualquier abogado será siempre el estudio de un grado. Todo el conjunto de conocimientos que necesitas para tener el suficiente contexto teórico y práctico. Durante la duración de la carrera -4 años- irás creando tu perfil profesional y también comenzarás a especializarte en las áreas que más te interesen.

Sin embargo, pese a que completes tu formación y obtengas el título del título superior, hay una diferencia entre ser graduado y ser abogado, puesto que el segundo sí tendrá la habilitación y la formación necesaria para ello.

Máster en Abogacía

Una vez completada la primera parte, el estudio del grado, deberás continuar con tu formación. ¿Qué toca? Un máster habilitante. La legislación española exige tener este título habilitante para poder ejercer la profesión tanto como abogado como procurador. Una vez finalizada esta parte de tu formación, tendrás que realizar un examen que te dará acceso a la abogacía. Lo convoca el Ministerio de Justicia y te otorgará el acceso a Colegios de Abogados.

Por lo tanto y a modo de resumen, serán tres requisitos básicos que debes tener aprobados para poder ejercer tu profesión como abogado:

1. Título como graduado en derecho.
2. Título de máster en acceso a la abogacía y procura.
3. Aprobar el examen de Acceso a la Abogacía convocado por el Ministerio de Justicia.

Partes del examen de oposición

Si te ha llamado la atención la idea de poder realizar un examen de oposición para trabajar en el sector público, debes saber que la estructura de las pruebas sigue un orden y puedes conocer sus partes. El Ministerio de Justicia ofrece algunos detalles en su web que cualquier usuario puede consultar. Se compone de cinco partes:

1. Primera prueba. En primer lugar deberás realizar una exposición oral de 65 minutos de Derecho Civil, Hipotecario, dos temas de Procesal, otro de Mercantil y un último sobre derecho del Trabajo.
2. Segunda prueba. Otra prueba oral de una duración máxima de 65 minutos, en la que te examinarán de Derecho Constitucional, dos de Administrativo, otros dos de Hacienda Pública, uno de Internacional Público y uno de Comunitario Europeo y otro de Penal.
3. Tercera prueba. Este será el apartado para las pruebas de idiomas. Te examinarán de inglés o francés y otra de un idioma de la Unión Europea.
4. Cuarta prueba. Una práctica donde pondrás a prueba tus conocimientos a través de un escrito cuyo asunto será judicial donde tomen parte alguna entidad del Derecho Público relacionadas con la Administración General del Estado.
5. Quinta prueba. Otra prueba escrita donde deberás informar de algún asunto jurídico a la Administración Pública.

Cómo ser abogado de oficio

Un abogado de oficio es aquel que trabaja en el sector público y se encarga de dar representación jurídica a aquellos que no tengan o que hayan solicitado una. Es un derecho incluido dentro de la Constitución española. La gran diferencia con los abogados privados es que no pueden renunciar a los casos.

Como ya se ha mencionado, para poder habilitar a los abogados una vez han superado la etapa formativa, será imprescindible realizar el examen de acceso, para después inscribirse en un Colegio Oficial de Abogados. Todo con el objetivo de que sigan los principios éticos y deontológicos al ejercer la profesión. 

Los requisitos -ya que no todos los graduados en derecho pueden ejercer como letrado de oficio- son los siguientes:

• Inscribirse en el Turno de Oficio.
• Aprobar los cursos de ingreso al Turno de Oficio.
• Contar con una residencia habitual en el territorio donde ejerce, así como un despacho profesional.
• Tener la matrícula de pago al día.
• Tres años de experiencia mínima.
• Posibilidad de responder a cualquier caso y asistir con rapidez.
• No haber sido inhabilitado o no tener ningún tipo de sanción que entre en conflicto con el desempeño habitual.

Otros requisitos que se necesitan para ser abogado

Una vez cumplida con toda la parte más burocrática y de titulación, hay que tener en cuenta también una serie de requisitos base para que puedas ejercer como abogado y que tu titulación como graduado en derecho tenga validez. 

• Tener la nacionalidad española.
• Ser mayor de edad, pero no estar jubilado. 
• No tener ningún impedimento físico o mental para ejercer la profesión, ninguna enfermedad que entre en conflicto con ejercer tus funciones.
• Tener la formación previa necesaria para presentarte al examen: tener el título de Grado Derecho y Máster en Abogacía.   
• No estar inhabilitado para trabajar en el sector público por un expediente disciplinario.

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