Importancia y estrategias para mejorar la salud mental de los estudiantes

La salud mental en la infancia y la adolescencia no siempre ha ocupado el lugar que merece en la conversación social. Durante años, el bienestar emocional de niños y niñas ha quedado en un segundo plano frente a otras prioridades académicas, como el rendimiento o el aprendizaje de contenidos. Sin embargo, el estado emocional en estas etapas no es un mero detalle; es la base sobre la que se construye el desarrollo personal, la autoestima y la forma en la que cada niño se enfrenta al mundo.

Pero no se trata solo de evitar problemas, sino de construir entornos que permitan que cada niño crezca de la forma adecuada, desarrollando sus capacidades académicas y emocionales. Desde programas escolares hasta el papel del profesorado y la comunicación con las familias, las estrategias de prevención y apoyo pueden contribuir de forma decisiva a la evolución del estudiante.

Salud mental en estudiantes de infantil y primaria

Hablar de salud mental en la infancia no es una moda ni una exageración. Es una realidad que afecta a millones de niños y niñas y que, en muchos casos, pasa desapercibida hasta que los problemas son demasiado evidentes. En los primeros años de vida, el cerebro se desarrolla a una velocidad increíble, absorbiendo cada experiencia, cada relación, cada pequeño detalle del entorno. Por eso, prestar atención al bienestar emocional desde la educación infantil y primaria no es opcional: es esencial.

Principales problemas de salud mental en la infancia

Desde la ansiedad hasta los trastornos del estado de ánimo, los problemas de salud mental en la infancia pueden tomar muchas formas. La ansiedad, por ejemplo, no es solo sentirse nervioso antes de un examen: puede manifestarse en miedos persistentes, dificultades para dormir o incluso dolores físicos sin explicación médica.

También están los trastornos de conducta, que no son simplemente “niños movidos”, sino señales de que algo dentro no está funcionando bien. Y aunque a veces se piensa que la depresión es algo exclusivo de la adolescencia o la adultez, cada vez hay más estudios que muestran que niños y niñas también pueden experimentarla, aunque se manifieste de forma diferente, con irritabilidad, apatía o cambios en los hábitos alimenticios y de sueño.

En este contexto el entorno en el que crecen los niños y niñas es un factor más que importante en su bienestar emocional. Un ambiente escolar que fomente la inclusión, la comunicación y la expresión emocional puede ser un refugio seguro, mientras que uno basado en la presión, la competitividad extrema o el bullying puede convertirse en un detonante de estrés y ansiedad.

El papel de la familia es igual de crucial. Un hogar en el que se validan las emociones y se fomenta la autoestima protege frente a muchas dificultades. En cambio, la falta de atención emocional, el estrés familiar o las expectativas inalcanzables pueden dejar huella en la salud mental infantil.

Factores que influyen en la salud mental de niños y niñas

La salud mental en la infancia no depende de un solo elemento, sino de un entramado de factores que se entrelazan en el día a día. La genética tiene un peso importante, pero no es una sentencia. Cómo hemos visto que ocurre en casa, en la escuela y en la sociedad influye tanto (o más) en cómo se desarrollan las emociones y el bienestar psicológico. También depende de las necesidades del niño y de como se comporta en este tipo de ambientes.

El acceso a espacios de juego y socialización, la alimentación, el descanso adecuado y la exposición a pantallas también son piezas del puzle. La sobreestimulación digital, por ejemplo, puede afectar la capacidad de atención y el sueño, mientras que la falta de juego libre limita el desarrollo emocional.

Importancia de la salud mental en la etapa escolar

Relación entre salud mental y rendimiento académico

El bienestar emocional y el rendimiento académico están más ligados de lo que podemos pensar en un principio. Un entorno escolar que fomente la salud mental contribuye a una mejor concentración, participación activa y disposición al aprendizaje. Por ejemplo, iniciativas como la incorporación de perros en las aulas han demostrado reducir la ansiedad y aumentar la motivación de los estudiantes.

Además, factores externos como la calidad del sueño, influenciada por las condiciones socioeconómicas, también afectan el desempeño académico. Estudios recientes indican que el 58% de los niños de entornos desfavorecidos tienen un sueño de mala calidad, lo que repercute negativamente en su rendimiento.

Consecuencias a largo plazo de los problemas emocionales no tratados

Los problemas emocionales que no se atienden en la infancia no desaparecen con el tiempo, más bien se transforman y pueden acompañar a la persona en la vida adulta. Por ejemplo, una crianza basada en castigos severos pueden hacer que, de mayores, muchas personas tengan dificultades para confiar en los demás o para expresar sus emociones sin sentirse vulnerables.

El acoso escolar es otro factor que, no solo genera inseguridad en el momento, sino que tiene efectos en el cerebro. Investigaciones han demostrado que el bullying puede afectar áreas como el hipocampo, clave en la memoria y el aprendizaje, y la amígdala, que regula el miedo y las emociones.

También es común que heridas emocionales de la infancia reaparezcan en la vida de pareja. A veces, una reacción exagerada ante una discusión o la dificultad para expresar lo que se siente pueden estar relacionadas con experiencias de la niñez en las que no se permitió hablar de emociones o se vivió con miedo a decepcionar a los demás.

Estrategias para promover la salud mental en infantil y primaria

Desde los primeros años de escuela, niños y niñas comienzan a construir su manera de relacionarse con el mundo y con sus propias emociones. En infantil y primaria, el profesorado es una de las figuras más influyentes en su desarrollo, no solo en lo académico, sino también en lo emocional. Contar con docentes preparados para acompañar y gestionar estas primeras experiencias emocionales puede definir como será la confianza, la seguridad y el bienestar de los estudiantes a lo largo de su vida.

Programas de bienestar emocional en centros escolares

Diversos centros educativos han adoptado programas centrados en el bienestar emocional de su alumnado. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, se ha implementado el programa "Bienestar Emocional en el Ámbito Educativo", que se alinea con la Estrategia Nacional de Salud Mental, buscando cubrir las necesidades de atención en bienestar emocional y salud mental desde la perspectiva educativa.

Actividades y dinámicas para fomentar el bienestar psicológico

Fomentar el bienestar psicológico en la infancia es fundamental para el desarrollo integral de niños y niñas. Por ejemplo, la colaboración entre Kellogg's y la Fundación Baloncesto Colegial en Madrid promueve hábitos saludables y valores como el trabajo en equipo y la responsabilidad a través del baloncesto.

Además, actividades creativas como la pintura, la fotografía artística, la gamificación y la cerámica han demostrado mejorar la satisfacción y felicidad en la vida, ayudando a desconectar del estrés diario. Un estudio de la Universidad Anglia Ruskin en Cambridge reveló que quienes practican estas actividades califican su felicidad y satisfacción con la vida entre un 10% y 16% más alto que quienes no lo hacen.

Formación y rol del profesorado en el apoyo emocional

El profesorado no solo tiene la responsabilidad de enseñar materias; también de acompañar emocionalmente a los estudiantes, detectar señales de malestar y crear un entorno donde se sientan seguros para expresarse.

Existen iniciativas que ofrecen formación en inteligencia emocional y resolución de conflictos para que los profesores puedan identificar signos de ansiedad o estrés en el alumnado y actuar a tiempo. También se están implementando actividades de bienestar para los propios profesores.

Prevención y señales de alerta en niños y niñas

Cómo identificar síntomas de ansiedad, depresión u otros problemas emocionales

Detectar problemas emocionales en la infancia puede ser complejo, ya que los niños no siempre expresan sus sentimientos de manera directa. Sin embargo, hay señales que pueden alertarnos:

• Cambios en el comportamiento: Si un niño muestra irritabilidad, tristeza persistente o se aísla de sus amigos y familiares, podría estar experimentando ansiedad o depresión.​
• Alteraciones físicas: Quejas frecuentes de dolores de cabeza o estómago sin causa médica aparente pueden ser manifestaciones de malestar emocional.​
• Dificultades académicas: Una disminución en el rendimiento escolar o falta de interés en actividades que antes disfrutaba puede indicar un problema subyacente.​

Estrategias para prevenir el acoso escolar y su impacto en la salud mental

Según datos del Informe PISA 2022, el 5% de los alumnos madrileños de 15 años se considera frecuentemente acosado en el colegio, una cifra inferior a la media nacional del 6,5% . Aunque este porcentaje es menor en comparación con otras comunidades, no deja de ser preocupante que uno de cada veinte estudiantes sufra esta situación. Para ello se pueden fomentar ciertas estrategias para reducir este problema:

• Programas educativos: Incorporar en el currículo escolar actividades que fomenten la empatía, el respeto y la resolución pacífica de conflictos.​
• Participación de toda la comunidad educativa: La colaboración entre docentes, estudiantes y familias es vital para crear un ambiente escolar seguro. Por ejemplo, iniciativas como el 'Semáforo contra la violencia' en Salamanca buscan involucrar a todos en la detección y prevención del acoso.
• Celebración de días internacionales: Participar en jornadas como el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso, ayuda a sensibilizar y educar sobre la importancia de erradicar estas conductas.
• Formación de profesionales en la detección y prevención del acoso: La capacitación de futuros docentes y profesionales de la educación en la identificación temprana de casos de acoso escolar es clave. En este sentido, universidades como UNIE incluyen en sus programas de educación formación en competencias socioemocionales y resolución de conflictos, preparando a los docentes para intervenir de manera efectiva y fomentar un entorno escolar seguro.

Importancia de la comunicación entre padres, docentes y alumnos

Para que los niños crezcan emocionalmente sanos, la comunicación entre familias, docentes y alumnos debe ser constante y cercana. Espacios como las escuelas de padres y madres, donde se organizan talleres y charlas, ayudan a que las familias comprendan mejor las emociones de sus hijos y aprendan a acompañarlos en su desarrollo.

También es importante que haya reuniones periódicas entre padres y profesores, no solo cuando hay problemas, sino como una forma de detectar señales tempranas y buscar soluciones juntos.

Importancia de la salud mental en el entorno universitario

Impacto en el rendimiento académico

La salud mental influye directamente en el desempeño académico de los estudiantes universitarios, quienes son más propensos a sufrir este tipo de problemas. Trastornos como la ansiedad y la depresión pueden afectar la concentración, la memoria y la capacidad de organización, lo que se traduce en un menor rendimiento en las evaluaciones y una disminución en la participación en actividades académicas.

Consecuencias a largo plazo para los estudiantes

Los problemas de salud mental no tratados durante la vida universitaria también pueden tener repercusiones en el futuro de los estudiantes. La ansiedad y la depresión sostenidas pueden derivar en dificultades para establecer relaciones laborales y personales saludables, afectar la toma de decisiones y limitar el crecimiento profesional.

Además, la obsesión con la soledad ha sido identificada como un factor clave en el desarrollo de la depresión, lo que puede prolongar y agravar problemas de salud mental en la vida adulta. Aquí también está la cibervictimización, o acoso en línea, que puede tener consecuencias negativas como estrés, ansiedad, depresión y problemas en el rendimiento académico.

Como destaca el psicólogo Corey Keyes, pionero en psicología positiva, "vivimos más tiempo, en promedio 30 años más que a principios del siglo XX, pero no vivimos de forma más saludable". ​ Por eso, en UNIE Universidad, reconocemos que la salud mental es fundamental para el desarrollo integral de nuestros estudiantes, impactando directamente en su rendimiento académico y bienestar personal. Algo que cobra importancia poco a poco, pero no debemos dejar de lado.