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¿Cómo concentrarse para estudiar y memorizar?

UNIE Universidad
Persona estudiando en un aula.

¿Cuántas veces has necesitado de concentración absoluta para poder estudiar y te ha sido imposible? La mayoría de veces lograr concentrarte no es sencillo, principalmente porque en la actualidad con el auge de las TIC es fácil caer en distracciones: si no es el móvil con las notificaciones que llegan cada veinte minutos, es con la tablet que tenemos al lado o incluso con el ordenador donde estábamos buscando la información que nos faltaba para terminar de completar los apuntes. Todo son distracciones que nos impiden lograr nuestro objetivo.

Vivimos en un mundo donde nos hemos acostumbrado a recibir estímulos constantemente a lo largo de nuestro día a día. No solo es difícil tener la fuerza de voluntad para ponerte a leer o estudiar, sino que también se debe luchar contra la necesidad de consultar el teléfono móvil cada cinco minutos. 

En 2019 un reportaje del diario La Vanguardia revelaba, gracias a los testimonios de varios expertos en el campo neurológico, que la atención media del ser humano había descendido hasta los cinco segundos. Tan solo cinco segundos de concentración era el máximo tiempo que podía dedicar una persona de manera continuada a tareas simples como lectura, escritura o ver un vídeo.

Precisamente por esto, desde UNIE queremos ayudarte a que durante los períodos de exámenes encuentres la motivación y alejes todo tipo de distracciones de tu entorno para que puedas llegar lo mejor preparado posible a las citas importantes. 

¿Cómo concentrarse para estudiar y memorizar? Vamos con algunos consejos esenciales...

 

Consejos prácticos, básicos y esenciales para mejorar tu concentración al estudiar en casa

Habrás visto cómo para muchos de tus compañeros y compañeras la opción más sencilla para forzarse a concentrarse es ‘huir’ a una biblioteca. Quizás sea el espacio perfecto: mucha gente persiguiendo el mismo objetivo que tú, donde reina el silencio y donde es imposible hacer ruido. Pero es posible, también, que a ti te guste quedarte en casa, ya sea por comodidad o, simplemente, porque consideras que estás más cómodo, pierdes menos tiempo y estás más predispuesto. Sabemos que es difícil porque en casa tienes, no solo todas las comodidades, sino también todas las distracciones posibles. Por ello, y ante tu pregunta de cómo concentrarse para estudiar en casa, hemos querido reunir una serie de consejos básicos para que los apliques y crees un entorno de estudio en casa lo más optimizado posible:

  1. Busca el espacio ideal. Somos conscientes de que la mayoría de veces tu habitación no solo es el lugar donde duermes, sino también el lugar donde inviertes parte de tu tiempo de ocio y estudio. Si te paras a pensar, tu habitación está llena de distracciones (y no solo nos referimos a las tecnológicas, también a diferentes objetos que pueden provocar que nos desviemos de nuestro objetivo). Es fundamental que elimines esos focos de distracción que puedan provocar un gran déficit de atención. También encontrar un lugar distinto al que utilizas habitualmente como el de esparcimiento, ayudará a tu cerebro a asociar ese nuevo espacio como el de estudio y te facilitará la concentración. Asimismo, es importante tener en cuenta la iluminación, ya que una buena luminosidad te ayudará a prestar más atención con menor esfuerzo.
  2. Elimina todo tipo de distracciones. Ya lo hemos mencionado, pero es un gesto básico. Adiós al teléfono, adiós a la tablet, adiós al ordenador e incluso adiós a los libros, utensilios u objetos que puedan hacer que perdamos de vista nuestro objetivo principal: estudiar. Nadie conoce mejor que tú las cosas que te distraen, por ejemplo: si crees que tener folios y bolis cerca te incitarán a dibujar, hazlos desaparecer. Trata de ser lo más estricto posible contigo mismo.
  3. Haz descansos. Si tan estrictos debemos ser con las distracciones, también se debe aplicar a nuestra salud. Nuestra atención sostenida no dura más de 15 minutos. Y podemos estar concentrados en una tarea alrededor de hora y media. Pasado ese tiempo, es absurdo que te fuerces a continuar, porque el porcentaje de éxito disminuirá considerablemente. Trata de despejarte, levantarte de la silla, cambia de aires durante descansos de 15 o 20 minutos, que te sirvan, primero como motivación, y segundo como forma de recargar energías. 
  4. Prepara algunos alimentos. Igual que cuando haces ejercicio, tu cuerpo también consumirá energía cuando estés estudiando. Es importante que cuides tu alimentación, porque existen ciertos alimentos que te ofrecerán un plus a la hora de estudiar. Tal y como recomiendan desde Saber Vivir, el programa de RTVE, los descansos deben ir acompañados de una buena dieta. ¿Sabes cuáles son los alimentos que más nos pueden ayudar?
  • Agua. Esencial y básica. Prepara una botella de agua porque es la base de la vida y también de la concentración.
  • Zanahorias. No es ninguna leyenda urbana. Al contener betacaroteno, tu capacidad para retener información se verá ampliada de forma considerable.
  • Frutos secos. Pistachos, almendras y, sobre todo, nueces. Las nueces contienen antioxidantes que mejorarán de manera considerable tu rendimiento.
  • Café. Una bebida natural que te ayudará a mantenerte despierto y atento. Eso sí, conviene no abusar, con un café será más que suficiente.
  • Arándanos. Los arándanos ayudan a evitar el deterioro cognitivo gracias a los antioxidantes que contienen. Introducirlos en tu dieta es una muy buena opción.
  • Yogurt. Si crees que los arándanos pueden ir acompañados, un yogurt te aportará calcio y crearás una merienda sana y deliciosa. 
  • Fruta. En general, comer cualquier tipo de fruta es saludable. Para estudiar, por ejemplo, plátanos, naranjas, mandarinas… Todas son bienvenidas en tu dieta.
  • Chocolate. El chocolate también es un buen estimulante para la memoria. Al mejorar el flujo sanguíneo del cerebro, la claridad mental se verá ostensiblemente beneficiada. Importante: no abuses, porque tiene azúcar y en grandes cantidades puede ser perjudicial.
  • Otros alimentos. Incluir en tu alimentación diaria alimentos como el arroz, el pescado o la verdura también te ayudarán a aumentar la capacidad de retención de información cuando estudies. 
Persona escribiendo concentrada.

Identifica y anticipa posibles distracciones a tu estudio

Es de perogrullo y obscenamente notable que cada día nos cuesta cada vez más y más concentrarnos en una única tarea. Lo habrás notado cuando te sientas en el salón a ver la tele, porque consultas de forma continuada el móvil. También cuando quedas con tus amigos, porque todos estáis pendientes del móvil. Es la incapacidad para centrarnos en una única tarea lo que los expertos señalan como el mayor problema. “Contrariamente a lo que piensan los adolescentes, el cerebro humano solo puede pensar conscientemente en una o dos cosas al mismo tiempo”, señala el neurocientífico del MIT, Earl Miller en su libro El Valor de la Atención de Johann Hari.

Por eso, y como te hemos recomendado, lo mejor es que seas tú mismo quien realice el diagnóstico de las cosas que más te distraen. Atajarlas antes de ponerte a estudiar te permitirán estudiar de manera continuada. ¿Crees que tener el móvil cerca es una tentación? Desde luego que deberías apartarlo de tu vista. ¿El ordenador tan cerca es una invitación a abrirlo y navegar? También, aléjalo de tu lugar de estudio. ¿Tener unas tijeras tan cerca podría provocar que me distraiga? ¿Y un cubo lleno de bolis, me distraería? Todas esas preguntas debes hacerte. Además, tener una mesa ordenada y limpia elimina elementos de tu campo de visión que pueden desviar tu atención.

 

Define con claridad tus objetivos y márcate reglas

A la hora de la verdad -como venimos anticipando- nadie te conoce mejor que tú. Es por ello que es importante encontrar cuáles son los hábitos que más nos facilitan el estudio. Debes preguntarte: ¿qué objetivos y normas pueden ayudarme a concentrarme y memorizar mejor? En UNIE te queremos enseñar una serie de reglas muy sencillas para que apliques cuando tengas que estudiar.

Reglas para el estudio

  • Repasa en voz alta. Puede parecer una tontería, pero enunciar de viva voz lo que estás estudiando pone en funcionamiento dos sentidos fundamentales: la vista y el oído. A base de repetición por estímulos auditivos y visuales, entran en juego partes cognitivas del cerebro que ayudarán a una mejor asimilación y retención de la información.
  • Haz tus propios esquemas y resúmenes. No te acostumbres a estudiar únicamente con el material que te compartan en clase. Trata de reformular tus propios apuntes de tal modo que sean mucho más fáciles de comprender para ti. Por ejemplo, una buena práctica será realizar infografías sencillas donde, a base de asociaciones visuales, será más fácil asimilar los conceptos.
  • Utiliza reglas mnemotécnicas. De igual manera que un dibujo te puede ayudar a asimilar mejor las lecciones, usar reglas mnemotécnicas te permitirá asociar conceptos y entender mejor la información que estás estudiando. 

Objetivos para el estudio

  • Anticipa tu plan de estudios. Desde principio de curso sabrás cuándo son las fechas de los exámenes importantes. Anticípate y organiza tu agenda de tal modo que, cuando se acerquen, no te pille por sorpresa. Teniendo todos los agentes controlados (asignaturas, temas, fechas de exámenes y profesores), será más sencillo el estudiar y memorizar.
  • Organízate. Ahora que ya tienes claro cuándo te tocará ponerte las pilas, es momento de organizar tus jornadas de estudio. Divide el temario, asegúrate de marcar fechas para las cuales debas tener aprendida la lección, pregunta en clase si habrá ampliación de materia y, sobre todo, no procrastines. Todo este plan está destinado a hacer el mejor trabajo posible cuando toque estudiar, si comienzas a posponer, terminarás con agobios e influyendo de manera negativa en las notas.
  • No fijes unas horas de estudio obligatorias. No siempre tardarás lo mismo en aprenderte distintos temas, ya sea por su longitud o porque has sido capaz de asimilarlos más fácilmente unos que otros. Ten en cuenta que tu objetivo debe ser estudiar y memorizar, por lo que si terminas antes puedes invertir ese tiempo en repasar o incluso en realizar un breve descanso.

 

Técnicas efectivas para concentrarse para estudiar en casa

Si hasta este punto se ha conseguido cumplir todos -o la mayoría- de los consejos que hemos visto, tendremos un buen trecho del camino cumplido para incrementar tu capacidad de concentración estudiando y memorizando en casa. Por si aún quedan dudas, te traemos unas cuantas técnicas que contribuirán a fortalecer las buenas prácticas:

  • Alejarse del móvil. Es redundante, pero no hay mayor verdad que esta. El móvil es fuente inagotable de conocimiento y puede ser muy útil, pero cuando se trata de estudiar, se convierte en el principal enemigo, además de una gran pérdida de tiempo. Cuando toque estudiar, cuanto más lejos, mejor. 
  • Realizar un descanso nocturno adecuado. Nos hemos acostumbrado a llevar una vida en la que nos acostamos a deshoras. ¿Cuántas veces habrás visto marcado en tu reloj la 01:00AM? Muchas, ¿verdad? Debes comenzar a ser estricto con tus horas de sueño. Dormir entre 7-8 horas es lo recomendable y más aún si lo que necesitamos es potenciar nuestra concentración para estudiar. La fatiga acumulada se manifestará en forma de bostezos cuando nos sentemos delante de los apuntes. Además, piensa que llevarás a tus espaldas la mochila con todas las horas del día. Dormir las horas necesarias es fundamental. 
  • Realizar deporte.  Una buena forma de mantenerte en forma y liberar tensiones, además de evadirte, es realizar deporte. Si eres parte de un equipo, genial, pero sino siempre puedes valorar actividades al aire libre como salir a correr, caminar o montar en bici. También el gimnasio o el yoga te permitirán  desconectar tu mente haciendo que te centres en otros esfuerzos. Mejorarás el flujo sanguíneo y la oxigenación de tu cuerpo, lo cual provocará que fluyan mejor las ideas.
  • Ser estricto con el plan de estudios. Respeta tu planning al máximo. Todo el esfuerzo invertido en diseñarlo debe dar sus frutos cuando te entreguen las notas. No procrastines ni intentes eludir responsabilidades, ya llegará el momento de descansar cuando acaben los exámenes.
  • No estudiar con hambre. Parece obvio, pero muchas veces no se cumple. Antes de pararte delante del libro, asegúrate de haberte alimentado correctamente y haber dejado preparada tu alimento para la comida, merienda o cena.
  • Dejar a mano todo lo que se vaya a necesitar. Bolis, lápices, rotuladores, calculadora, regla, compás… Todo el material que sea susceptible de ser necesario debe estar cerca de ti. No será productivo tener que levantarte cada cierto tiempo a buscar las herramientas para continuar con tu estudio, ya que podrías toparte con distracciones por el camino y perder la concentración.
  • Respetar los descansos. No, no nos referimos a dormir. Nos referimos a los descansos que tú mismo te has establecido en la planificación. Es importante que te levantes, camines, des una vuelta, estires, te hidrates e incluso, si fuese necesario, te duches. Una ducha te ayudará a despejarte y relajarte. “Una ducha fría puede enviar un número de impulsos eléctricos de los nervios periféricos al cerebro, cargando el cuerpo y mejorando la lucidez”, asegura Ashwini Nadkarni, psiquiatra y profesora de la Escuela de Medicina de Harvard. 

Puede parecer que todos estos consejos son solo para aplicar en las jornadas de estudio en casa, sin embargo, son también aplicables -algunos de ellos- para cuando estudiar y memorizar se realicen en, por ejemplo, la biblioteca. 

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